ahora, sin embargo, hoy es un día prodigioso, de uno de esos que ocurren una vez al millón... Hoy me di cuenta que la literatura, o mejor dicho, los estudios literarios, tienen algo que ninguna otra disciplina posee, slavo, quizás, la pintura y el teatro, pero este último lo asumo como una representación de una literariedad. ¿Qué es? Simple, la literatura es la única disciplina que te permite el contacto con los mundos posibles.
Sí, el roce con lo lo imposible, el poder crear una realidad alternativa, la mímesis aristotélica (aquella que tiene que ver con la poiesis a su vez), es el gran placer que tiene esta disciplina. Es cierto, no es exclusiva de ella, pero por la cresta que aprendí a quererla desde allí.
Por fin se cumplen nuestras pretenciones, ser dioses creadores, podemos ver realidades fantásticas, volando entre dragones; realidades mentales, espacios no configurados por lo físico; espacios sexuales, orgías, violencia, sexo, sexo, sexo; Se narcotraficantes o bien, ver como vive un hombre sin un pié; Ser el arquitecto de una catedral o ser el hombre que satisface sus propios deseos impidiendo su construcción; ver como toda la gente se enfera... de ceguera, de pobreza, de melancolía. Sí, eso es el placer de la literatura, la fuerza creadora y la aberración.
Enfrentarme tan seguido a estas ficciones sólo consigue que mi imaginación se eche a volar cuál niño... Me veo haciendo música, me veo haciendo clases, me veo viajando por Latinoamérica, el África, el mundo. Me veo encontrando un equilibrio, me veo con mi familia, o bien, simplemente me veo.
Pero no me veo sin ti.
Gracias literatura.
